La bodega

Es la referencia de Vega Sicilia. Un vino en el que se ensamblan a la perfección las cualidades del tempranillo y el cabernet sauvignon en distintas proporciones. Cada una de ellas aporta, en cada añada, un elemento diferenciador que le hace grande.

Vino tinto que realiza su fermentación con temperatura controlada en depósitos de madera con levadura autóctona. La fermentación maloláctica también la realiza en madera.

Tras su fermentación pasa por la que probablemente sea la crianza más larga del mundo en un tinto, casi 10 años entre madera y botella. Pasando por diferentes etapas en diferentes tipos de barrica. Madera francesa y americana, barricas de 225 litros nuevas y usadas, tinos de 20.000 litros, cada uno de los lotes es el que determina el tipo de madera y la permanencia en cada recipiente.

Tras su paso por madera envejece en botella para completar un proceso de crianza complejo y largo. En condiciones normales pasará 6 años en madera y tres en botella.

Los distintos elementos que participan en su elaboración se van modelando y amoldando en busca de la línea maestra que ha guiado al vino. Único permanece fiel a un estilo claro y bien definido, un carácter y estilo inimitables; elegancia, firmeza, capacidad de envejecimiento... Un gusto único y atemporal que le han encumbrado a la aristocracia de los grandes clásicos.

Ofrece una complejidad infinita que se va mostrando poco a poco, en cada sorbo, su paso por boca es inmensamente sedoso y elegante, y tiene una capacidad de envejecimiento sólo al alcance de unos pocos vinos en el mundo.

Marqués de Murrieta es un vino tinto reserva con una equilibrada crianza de año y medio en barricas nuevas y seminuevas de roble americano y dos años en botella. El resultado es un elegante vino que aúna complejidad y finura.

Muestra palpable de la elegancia, el equilibrio y la regularidad que caracterizan a la Bodega Marqués de Murrieta y a sus viñedos circundantes situados en La Finca Ygay.

Marqués de Murrieta es más que una marca en el mercado internacional, es sabiduría centenaria expresada en uno de los vinos con más reconocimiento de España. Desde el trabajo diario, el respecto y el amor por nuestra tierra, la selección de las mejores uvas y el cuidado de los detalles a lo largo de sus casi cuatro años de elaboración, Marqués de Murrieta es un valor seguro y constante de la mejor calidad de Rioja.

Un vino elegante dentro de la austeridad que confiere la región, es decir taninos finos arropados con aromas de fruta fresca, huyendo de sobre maduraciones y aromas licorosos. Esta es la filosofía que define Pintia.

Bodegas Pintia fue fundada a finales de los años 90 por la Familia Álvarez en San Román de Hornija (Valladolid) siendo en 2001 cuando sale al mercado la primera añada de su vino tinto de calidad. Bodegas Pintia cuenta con 106 hectáreas de viñedo propio de uva Tinta de Toro (Tempranillo) amparadas bajo la Denominación de Origen Toro.

Bodegas Pintia pertenece al Grupo Vega Sicilia propietario también de Bodegas Vega Sicilia en Ribera del Duero, Bodegas Alión en Ribera del Duero, y Bodegas Tokaj-Oremus (Hungría), y copropietaria de Bodegas Benjamín Rothschild & Vega Sicilia en Rioja.

El vino de la Fleur-Pétrus tiene una estructura más ligera que otros Pomerol, pero es extremadamente elegante, y presenta una textura suave y voluptuosa. Las últimas cosechas han sido de una calidad constante, y a medida que las cepas del viñedo vayan adquiriendo edad, la calidad deberá todavía mejorar. El precio del vino de la Fleur-Pétrus es muy elevado, en razón de su calidad, de su prestigio y de su pequeña producción.

Un Chateaux icónico que no pasa de moda que comenzó a alcanzar fama mundial después de que en 1945, el antiguo propietario, M. Loubat, decidiera vendimiar un poco más tarde que el resto para aportar un punto suplementario de madurez. De esta manera nace el mito. Vinos opulentes, poderosos y que precisan de una guarda no inferior a 20 años para exprimir todo su carácter y potencial.

Elaborado con Tempranillo (100%), ofrece a la vista un color guinda muy intenso brillante, con ribetes cardenalicios.

Vendimia seleccionada. Una vez recepcionada la uva en bodega, se siembran los depósitos con levadura autóctona (pie de cuba) y se inicia la fermentación alcohólica. Durante el encubado, 30 días, se realizan remontados y bazuqueos diarios controlando densidad, temperatura y evolución de la población de levaduras. Al término de esta fermentación, se sangran los depósitos y se llevan a malolactica.

El inicio de la fermentación maloláctica se realiza sin adición de bacterias y se controla la temperatura a 20ºC durante un periodo de 22 días, controlando los índices de ácido málico y ácido láctico. Cuando el ácido málico está por debajo de 0,1 gr/l se hace el trasiego separando las lías y sin filtrar ni clarificar ni pasar por frío se lleva directamente el vino a barricas.

Durante doce meses el vino reposa en barricas nuevas y seminuevas (nunca mayores o más viejas de tres años) de Roble Francés y al cabo de este periodo, se lleva a depósito para homogeneizar. Únicamente se filtra por cartuchos (de poro abierto) y se embotella.

Cepas de pie franco de entre 50 y 100 años dan vida al Numanthia.

Las vendimias de bajo rendimiento proporcionan una fruta concentrada de una intensidad y una fuerza remarcables. Una crianz de 18 meses en roble francés aporta equilibrio y estructura. Los aromas de mdera en nariz se alían a las notas de frutas del bosque, cedro y regaliz en boca, cerrando todo con un final largo y sedoso.

Potente, amplio, de gran esqueleto, envolvente, con sensaciones de fruta fresca madura, marcados minerales, especiados, grafito, sándalo, tomillo, laurel y además tiene un final largo y persistente.

Mediante un innovador sistema de extracción del vino, se elabora Trasnocho introduciendo en el interior del depósito desvinado una bolsa de PVC alimentaria, la cual se llena de agua y se exprimen los hollejos, liberando así el 70% del vino que éstos aún contienen. Este procedimiento, tan sencillo pera a la vez tan especial, evita la fricción entre los hollejos y la oxidación del vino, con lo que se extraen las virtudes y no los defectos, como la aparición de aromas herbáceos y sabores indeseables que produce el prensado convencional.